14 ene 2010

Reportaje imaginario



Andy Warhol- New York, 19 de septiembre de 1981

Lo espero sentada en el lugar que habíamos convenido telefónicamente días antes, y unos cuantos largos minutos más tarde asoma con sus arquetípicas gafas de sol – burlando a la lluvia que insiste en mojar las veredas y mis botas altas –, vistiendo una polera negra de cachemira y unos ajustados pantalones de cuero del mismo color, vestuario que acentúa aún más su cuerpo delgado y levemente desgarbado. Sobresale una corbata de estridente estampado en composé con el color de su pelo que contrasta con esta tarde gris de octubre en el Upper East Side. Bajo su brazo deja entrever el último número de su revista, en la cual moriría por escribir, al menos colaborando con una pequeña nota. Supongo que a todos nos tienta la promesa de los quince minutos de fama. Se disculpa por la tardanza, regalándome su risa de niño (mezcla de insolencia, picardía y timidez) y, pidiendo una Coca-Cola bien fría, toma asiento y me invita gentilmente a comenzar. Disparo:

¿Cómo era de niño?

Me críe en una familia de inmigrantes donde siempre se trabajó muy duro para poder sobrevivir, con un padre minero que nos educó religiosamente en valores muy estrictos y conservadores. De niño me enfermé de escarlatina, lo cual me obligó a pasar mucho tiempo postrado en cama, bajo los cuidados de mi querida madre, con la cual siempre tuve un lazo muy fuerte. En estos años de niñez me aislé de mi grupo de compañeros, y desarrollé una vida más ermitaña, solitaria. Armé a mi gusto y conveniencia my own private Idaho, donde convivían mis dibujos, mi colección de imágenes de estrellas de cine, a quienes siempre admiré. Recuerdo con nostalgia esas noches en las cuales descubrí mi afición a los programas de radio y a la música. Mi infancia puede ser vista como muy sufrida, pero si la analizo desde otra perspectiva fue muy rica para mi desarrollo como artista.

¿Dónde encuentra inspiración?

En mis comienzos, solía decir que la inspiración me encontraba a mí. Sin embargo, hoy me atrevo a afirmar que en el momento mismo en que abro la puerta al mundo, encuentro inspiración en cada rincón del mismo. En las góndolas de un supermercado; en las obras de los neo expresionistas así como de los renacentistas italianos; en todo lo que sucede detrás de un show de Lou Reed y su Velvet Underground; en desfiles de modas y en el fabuloso Studio 54; en el glamour ostentoso y superficial de Los Ángeles: amo Hollywood, son todos tan hermosos y tan plásticos, que no puedo evitar enamorarme del plástico. Pero también encuentro inspiración en… no se, te diría un viejo surtidor de gas en medio del desierto del Oeste, en karaokistas orientales, en figuras emblemáticas de la política, los negocios, las artes. En fin, en todo el Zeitgeist de la cultura americana de los años que me tocan vivir: el American Dream. Nada a mí alrededor deja de asombrarme y entusiasmarme. Todo viene a mí de manera mágica.

Es usted un cultor de los objetos y útiles, ¿qué significado tienen para usted como artista?

Valoro los objetos por su utilidad y por su impacto en la sociedad de consumo en que vivimos. Percibo e investigo con mi ojo de observador curioso y protagonista activo de qué manera estos influyen en las dinámicas sociales, cómo se integran en la cotidianeidad hasta convertirse en necesidades vitales, desde un par de zapatos, a un cartón de leche o una botella de Coca Cola (señala la que tiene frente suyo). Yo tomo Coca-Cola, tu tomas Coca-Cola, el presidente toma Coca- Cola… y hasta Liz Taylor lo hace. Este hecho nos une e iguala a todos, demostrando que cada individuo puede acceder a dicho objeto… pero no por ello deja de ser un algo único y especial. Podemos pensarlos como objetos impersonales, se me ocurre un billete de un dólar, pero si los observamos de cerca, si miramos micro, son objetos únicos y especiales, con vida propia. Me maravillan tanto que intento rescatar aquello de sublime y sagrado que hay en cada uno de ellos, y aspiro a convertirlos en obras de artes imperecederas y eternas.

¿Qué es una musa para usted?

Mis musas y “musos” (se ríe para sus adentros), son más que una fuente de inspiración: son una forma de vida, un estilo de conducta y una impronta estética. Mis amigos son parte de mi familia, son mi pasado y mi presente. Me hacen sentir especial y necesito tenerlos cerca todo el tiempo, por su energía, su presencia física y espiritual, y por todas las historias que tenemos para compartir y crear. Somos todos planetas alineados en una misma galaxia. Creo que se trata de algo kármico, de conexión de vidas pasadas y futuras. Los resultados de estas interacciones son tan maravillosos que trascienden el arte, ya que son parte de la vida misma… y no hay nada más poderoso, maravillosamente siniestro que esta.

¿Qué podría decirnos respecto al intento de asesinato que sufrió?

(Vacila antes de responder y bebe un sorbo de Coca -Cola. Mira sus manos que exhiben manchas blancas en la piel, mientras habla con lentitud). La línea entre la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, ha sido siempre muy delicada en mi historia personal. Así como la tragedia, la catástrofe y el desastre se cuelan en mis primeras obras. Hasta ese momento bisagra y crucial, había tenido la sensación de estar mirando la tele, como si mi vida fuese una serie o una película. Puedo decir que luego comencé a vivirla de un modo más mmm... voluptuoso, real, vivaz. No guardo rencores ni odios. Fue un evento muy desafortunado para mí y para aquellos que en ese momento y actualmente me rodean. Nada fue igual luego de ese día 3 de junio.

Su profesión lo ha llevado a relacionarse con una gran variedad de celebridades y personajes famosos, ¿hay alguien a quien le gustaría o hubiese gustado conocer?

Mmmm… (se lleva delicadamente el dedo pulgar a sus labios en pose pensativa). A Gandhi, claro. Como también a Mao, a Lenin… y a Martin Luther King. No puedo dejar de lado a Buster Keaton, Charles Chaplin y a Elvis. Me gustaría poder reunirme con Pablo Picasso en Madrid, donde también me espera el genial Pedro Almodóvar.

¿Cuál es su apreciación respecto a la aplicación de técnicas digitales en el arte?

Lo nuevo, lo moderno y la vanguardia siempre van a encontrar lugar en mi imaginario, donde coexisten el diseño gráfico, las serigrafías, las ilustraciones en serie, etc. Estoy abierto a los cruces creativos entre artes plásticas, fotografía, instalación de video, el cine, el video-clip y el arte digital. La tecnología se ha manifestado siempre a favor de mi arte, y me ha abierto nuevos caminos para explorar como sigo haciéndolo continuamente en mi obra-vida/vida-obra que trasciende la vanguardia incluso, convirtiéndose en una tras-vanguardia.

1 comentario:

  1. "Cada cual tiene su propia idea de América, hecha con pedazos de una América imaginaria que cree que existe pero después no encuentra ahí afuera. Cuando era chico nunca salí de Pensilvania y solía fantasear con cosas que creía pasaban en el medio oeste, en el sur o en Texas y que yo me estaba perdiendo. Pero sólo se puede vivir en un lugar a la vez. Y nuestra propia vida, mientras la estamos viviendo, no tiene ninguna atmósfera particular hasta que se convierte en recuerdos. Hay rincones de América que parecen tener una cierta atmósfera cuando los imaginamos porque loos componemos con escenas de películas, música y frases de libros. Vivimos en la América de ensueño que nos hemos hecho a medida a través del arte, la sensiblería y la emociones, tanto como en la América real." (Andy Warhol)

    ResponderEliminar